lunes, 9 de febrero de 2015

Una noche en Turín

Por Tomás R.
Josef Martínez y Quagliarella en la celebración del primer gol del partido. (www.gazzetta.it)

Las veladas futbolísticas italianas suelen dejar buenos recuerdos para aquellos que ganan en sus encuentros. La Serie A se antojaba seductora con dos partidos de los cuales los galanes turineses salieron airosos: Torino-Verona y Juventus-Milan.


Una cena para cuatro

Usualmente cuando se decide hacer una salida entre amistades para esos momentos de la cena siempre, o casi siempre, hay uno que se destaca por sus bromas y comentarios cómicos. El que termina animando la reunión. En el partido entre el Hellas Verona vs Torino el que se llevó los focos de la noche por su trabajo activo en cada jugada fue el venezolano Josef Martínez.

El encuentro se llevó a cabo en el estadio Marc'Antonio Bentegodi (Verona) donde la presión por ser el visitante no se notaba tanto como en otros lugares. El primer gol del partido se produjo en el minuto 32, luego de una internada del Torino en el área veronesa de la cual Josef terminó ganando el balón y con un toque sutil la mandó a una esquina de las redes. La visita se perfilaba grata.

Luego de probar unos aperitivos comenzaba la segunda parte y a los 50 minutos Martínez recibía un pase que le permitió entrar al área rival con mucha velocidad, pero que la zaga veronesa detendría con una falta y, posteriormente, penal. Quagliarella sería el indicado para ejecutar y la mandó sin contemplación al arco, pegada del travesaño y adentro.  Hellas Verona 0 - 2 Torino. Ya venía el plato fuerte.

Luca Toni se atrevió a recortar la distancia después de recibir la asistencia de Taleb. Disparó el balón con dirección y fuerza a lado izquierdo del arquero Padelli que no pudo ni saludarlo. Torino 2 – 1 Verona. Ese momento de ansiedad donde el estómago ruge lo tenían los granata ya que después de llevar una noche tranquila empezaban a tambalear. Nuevamente se levantó el venezolano Martínez y todos voltearon hacia él.

Martínez les indicó que mejor vieran a El Kaddouri, quien fue buscando su mejor espacio para encajar el esférico hasta que encontró la esquina cerca del palo derecho del arco que defendía Benussi. Excelente visión. Los del toro estaban contentos con la invitación, la pasaron muy bien con esa cena para cuatro goles. Ahora siguen buscando a Europa y se ubican en la octava posición con 31 puntos. Verona queda en el puesto 14 con 24 puntos.

Mágica

Bonucci celebrando el gol que ponía la ventaja para la Juve. (forzaitalianfootball.com)

Encontrar un adjetivo para el trabajo que hacen los aficionados para enamorar a su equipo es de admirar y más cuando lo hacen correctamente hacia el alma del jugador y no a la violencia. Las 39015 gargantas que estaban en las gradas les pidieron a la Juventus un anochecer maravilloso y estupendo que los marcara. Ese era el pedido del cliente.

El Milán, supervisor del restaurant esa noche, venía de levantarse tras una racha de cuatro partidos perdidos y quería encontrar en el establecimiento un incentivo que les extendiera la calma. Pero eso no era lo que querían los 11 Bianconeri  que estaban en el césped.

Tévez fue el primero en demostrarlo en 14 minutos tras ganarle, de forma dudosa, la espalda a la zaga milanesa y echarse una galopada hasta llegar al mano a mano con Diego López que intentó cortarla al ras del terreno pero el apache corrió más rápido y marcó el primer gol. Sin embargo el visitante consiguió un factor benigno. Minuto 28, corner a favor del Milan, Antonelli se anticipa a la defensa y con un fuerte testarazo marcaba y se empataba el encuentro.

Lo estupendo que se encontraba el escenario hasta el momento empezaba a oscurecerse, sin embargo, Bonucci al 31’ tras una asistencia de Tévez volvía a contentar a todos los comensales que lo tomaban como una broma pesada, que no querían volver a ver. Lo curioso es que el defensa italiano casi se lesiona tras saltar y tropezarse con la valla publicitaria para ir a celebrar el gol con los hinchas; fortuna de que nada malo sucedió y solo fue un resbalón.

El Milán solo buscaba encontrar un punto débil en la cocina de la Vecchia Signora, sin embargo todo estaba en su sitio, organizado y limpio sin dar espacio a los errores. Uno los de los chefs en la cocina llamado Morata, español él, intentaba hacer un postre que endulzara más al público del Juventus Stadium y lo consiguió.

Necesitó 65 minutos para elaborarlo, pero lo mejor fue que colocó los ingredientes con la cantidad necesaria y tras un rebote en el palo le dio un tímido toque que la envió a la red, Fue un viaje de Madrid a Madrid porque batió la red de su ex compañero del Real Madrid, Diego López. Con el 3-1 la Juve se mantiene tranquila en el primer puesto con 53 puntos mientras que el Milan está en la casilla 11 con 29 puntos detrás de su vecino, el Inter. Lo mejor para los equipos de Turín fue que convirtieron una velada de 90 minutos en una noche mágica y estupenda. 

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